Es la tercera parada no programada consecutiva en menos de mes y medio, y la cuarta desde el final de la última parada parada recarga de combustible y mantenimiento, el diciembre pasado
En este caso se ha debido a un aumento de los aportes en el sumidero de drenajes del suelo en el pozo seco de la central, posiblemente de agua altamente radioactiva procedente de la vasija del reactor. Al no detectar en primera instancia la posible fuga, la dirección de la central ha tenido que parar la central para poder inspeccionar más a fondo.
Conviene recordar que la parada que tuvo lugar el 16 de diciembre también hubo una anomalía, no explicada en principio, en los parámetros de funcionamiento del pozo seco, en aquel caso fue un aumento inexplicado de la presión.
Esta sucesión de malfuncionamientos y averías continuas ya habia hecho que, incluso antes de este último problema, el CSN pusiera a esta central bajo vigilancia especial y le exigiera una análisis de las causas de las averias repetidas y además frecuentemente en los mismos sistemas.
Pero la explicación es obvia. Esta central, que empezó a funcionar en marzo de 1984, y con con una periodo de funcionamiento previsto de 25 años, ha cumplido ya 38 y esta vieja y deteriorada. Esto, unido a la política de su dirección de maximizar la producción y los beneficios por encima de la seguridad, supone cada dia que pasa un aumento exponencial en la probabilidad de accidente grave, de consecuencias inimaginables para nuestra población y territorio.
Por ello, la plataforma “Tanquem Cofrents” exige el cierre inmediato y urgente de esta central y del resto de nucleares y una transición rápida a un sistema energético basado en el ahorro y la eficiencia energéticas y en una generación 100% renovable. Un sistema que no solo será más seguro que con las nucleares, sino más limpio, barato, y generador de empleo, y el único que nos daría total autonomía y soberanía energética.