El hombre acusado de matar de 27 puñaladas a su exnovia, Elisa Pascual, en Guadassuar, sorprendió ayer al Jurado Popular encargado de enjuiciar este crimen machista con una rocambolesca versión de lo que, según él, sucedió la madrugada del 4 de febrero de 2012. Pese a haberse entregado a la Guardia Civil de Carlet apenas horas después de cometer el asesinato y confesar en su día el crimen, Julián G. T. modificó ayer su relato de los hechos e incluso alegó que fue la fallecida quien le atacó con un cuchillo de cocina y le causó las heridas por las que estuvo hospitalizado, y que los investigadores atribuyen a autolesiones posteriores al homicidio.
«Ella me dio un par de cuchilladas, forcejeamos, …, y ya está». Trataba de justificarse el acusado, quien según su testimonio de ayer, después de la violenta discusión se fue al cuarto de baño y al ir a vomitar se golpeó en la cabeza. «Cuando me desperté y salí del baño no sabía lo que había pasado», alegó. La fiscal, que solicita veinte años de prisión para el acusado por un delito de asesinato con el agravante de parentesco, rebatió su argumentación con el hecho de que después de confesar el crimen diera indicaciones a la Guardia Civil sobre el lugar en el que había tirado el cuchillo, a una acequia. «En el momento que hice la declaración no estaba con todos mis sentidos», manifestó para tratar de justificar su confesión.
Asimismo, la argumentación sobre el origen de la discusión que dio pie a que su exnovia le atacara con el cuchillo tampoco fue muy convincente. «La idea era salir a cenar fuera esa noche pero como habíamos bebido mucho al final no salimos». «Discutimos porque no me presenté en la comida en casa de mis familiares y ya eran varias veces las que la dejaba plantada», aseguró Julián G. T.
El relato de hechos que realiza la Fiscalía es bien distinto. La víctima y el acusado habían roto su relación sentimental a principios de enero, pero seguían viéndose. Así, el día anterior a los hechos ambos discutieron por teléfono y Elisa le dijo a su exnovio que no quería cenar con él. Pese a ello el hombre acudió al domicilio de la calle Riu Magre de Guadassuar y estando en la cocina, ante la negativa de la víctima de retomar la relación, éste le atacó «de forma súbita y sorpresiva», apuñalándola hasta en 27 ocasiones. Las heridas le perforaron los pulmones, el corazón, el estómago y el hígado.
