Los afectados por las preferentes y subordinadas bancarias se extienden por todo el país ya que estos productos financieros se vendieron durante años por la mayoría de entidades. Una práctica que se ha convertido en una presunta estafa al denunciar los clientes que no fueron informados con claridad de las condiciones que conllevan estos productos.
En la Ribera Alta y Baixa son más de 8.000 las personas afectadas por este tipo de participaciones bancarias según la Plataforma de Afectados por las Preferentes y Subordinadas Bancarias de la Ribera. Una cifra que puede ser mayor ya que el problema deriva también en muchos familiares.
«La mayoría son personas mayores pero también gente con estudios que confiaban en los comerciales de la sucursal porque los conocen de toda la vida. Incluso ha venido gente que no sabe leer ni escribir y que le habían vendido estos productos», explica el portavoz de la Plataforma, Vicent Barberà.
Y es que con el tema de las preferentes siempre se repite el mismo patrón. Los trabajadores de los bancos ofrecían estos productos como si se tratase de un plazo fijo sin explicar las condiciones de riesgo que suponía para el cliente.
Tras haberse firmado y pasado el tiempo, los afectados descubrían que habían perdido el dinero ahorrado o que no podían disponer de él hasta pasado un plazo muy elevado de tiempo, aunque en su momento el comercial hubiera dicho que el dinero estaba disponible como si se tratara de un productos sin riesgo.
«En la comarca, la mayoría son gente del campo que tenían ahí los ahorros de toda su vida de trabajo para cuando lo necesitaran. Ahora se han quedado sin trabajo y sin dinero», cuenta Barberà sobre los casos que llegan a la Plataforma.
Aunque la asociación no ha cuantificado el total del dinero atrapado por estos productos financieros en toda la comarca, sólo en Algemesí se calcula que los afectados han perdido más de 30 millones de euros por este motivo.
Muchas de las personas son pequeños ahorradores que invirtieron, sin saberlo, el dinero que esperaban usar como colchón en caso de problemas económicos como los surgidos en estos momentos o durante la vejez para recibir la asistencia domiciliaria que necesitan.
Por esto, desde la Plataforma de Afectados por las Preferentes y Subordinadas Bancarias recuerdan que ellos no son inversores, sino ahorradores y niegan haber obtenido un beneficio importante antes de que el problema saliera a la luz.
Proceso judicial
Con el objetivo de ayudar a los damnificados y conseguir recuperar el dinero, la asociación ha organizado una asamblea informativa para asesorar a los afectados de la Ribera. La cita será el lunes a las siete de la tarde en la Casa de la Cultura de Alzira y a ella asistirán miembros de asociaciones que luchan contra los abusos bancarios para explicar los beneficios de realizar demandas conjuntas para reducir los costes judiciales.
La asamblea también contará con la presencia de un abogado que ahondará en los aspectos técnicos ya que la mayoría de afectados desconocen el funcionamiento financiero y los pasos a seguir para demandar a los bancos.
Pese a que ya se han conseguido sentencias favorables a los afectados, sigue sin haber jurisprudencia sobre las preferentes por lo que se tiene que pleitear cada caso para conseguir un resultado positivo.
Una de las medidas que ya se han tomado para intentar solucionar este problema es la del arbitraje para los afectados que hayan perdido menos de 10.000 euros en Bankia. Se deben rellanar unos formularios que están disponibles en la página web de Bankia o en las sucursales y deben cumplimentarse adecuadamente y presentarse con toda la documentación en la oficina de cada cliente antes del 30 de junio de 2013.
Sin embargo, desde la Plataforma anuncian que seguirán luchando hasta que se consiga «recuperar lo que nos han robado». Así, cada miércoles se concentran ante las sedes de Bankia en Algemesí y Alzira a las doce del mediodía. Una forma de mostrar su malestar por la situación que están viviendo miles de familias en la Ribera.
A. Talavera / Las Provincias