El novillero, Angel Jiménez, dió la única vuelta al ruedo en una quinta de feria anodina, ante la desigual novillada del ganadero Cebada Gago.

Novillos de Cebada Gago, correctos de presentación y de juego desigual. Ángel Jiménez, silencio y vuelta al ruedo; Javier Ortiz, silencio y palmas. Entrada: Tres cuartos. Los utreros lucieron divisa negra en señal de luto por don Salvador García Cebada, padre de los actuales ganaderos.
Aplausos / foto: Mateo