
Es bien conocida la costumbre del alcalde de Cullera, Ernesto Sanjuán, de dar la mano con mucha energía a sus interlocutores. Pues bien, en una de éstas, saludó tan efusivamente y con mala fortuna a su homólogo de Canals, Ricardo Cardona, que le rompió un dedo. La noticia corría como la pólvora entre los trabajadores de la Diputación. Ellos les comentaban a ellas que «qué suerte tenéis, que le podéis dar dos besos en lugar de darle la mano».
Sanjuán practicó el deporte de la halterofilia en su juventud, de ahí que haya heredado de esta pràctica deportiva una enorme fuerza en sus manos.
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