Carlet ha llevado hoy a más de 600 personas a Expojove. 12 autobuses han salido esta mañana desde la Alameda del río Magro para trasladar a la expedición a los 45.000 m² de diversión que hay en esta feria infantil que cumple 30 años en esta edición. Con este ya son cinco años que se desarrolla esta iniciativa municipal durante las fiestas navideñas. Los niños y los jóvenes han podido encontrar atracciones tradicionales de feria, juegos educativos y novedades naturales.
Adentrarse en Expojove es descubrir un universo de diversión y por eso es una de las citas anuales más deseadas por el colectivo infantil.
En Expojove se juega, y mucho, pero también se aprende. La Albufera es el corazón de uno de los pabellones de la feria. Alrededor suyo la vida surge en las barracas, que recrean los oficios tradicionales valencianos. Su objetivo es difundir los importantes valores del ecosistema de la Albufera y la idiosincrasia de las gentes de las pedanías que la rodean. Allí los niños han podido realizar trabajos artesanales a base de barro, pescar, jugar en la arena e incluso fotografiarse en una barca.
Desde los más pequeños, de entre 1 y 2 años, hasta los más mayorcitos de entre 14 y 16 tiene un lugar en esta feria donde realizar diferentes actividades acordes a sus edades. Desde toboganes y piscinas de bolas para los más pequeños, hasta juegos de habilidad y motricidad, para los más mayorcitos, los visitantes de esta feria pueden disfrutar de circuitos de motos y triciclos, castillos hinchables, talleres de dibujo y pintura, deportes, disfraces, etc.
En Expojove se puede ser jinete, militar, superhéroe o policía, los visitantes eligen lo que más les gusta. Ni los más pequeños ni los mayores han podido esconder la sonrisa durante toda la excursión.
La concejal de Juventud e Infancia, Marta Vanaclocha les ha acompañado en esta jornada tan especial. Todos regresarán esta tarde con una experiencia nueva.