El divorcio entre el presidente de la UD Alzira, Pepe Bosch, y el abogado ejerciente Javier Soriano era total, como ya indicamos hace unas fechas y también se presumía que el veredicto no hiba a autorizar una custodia compartida, por lo tanto como ninguna de las dos partesa quedó satisfecha, ahora toca hacerse la guerra para ver quien acaba finalmente siendo el que se lleve el gato al agua. El divorcio se ha consumado hoy con el abandono de la directiva y de la vicepresidencia económica por parte del letrado de Puçol.
¿Al agua o al infierno? Por que muy oscuro se le presenta el futuro inmediato a la UD Alzira, caiga en manos de quien caiga. El déficit del club sobrepasa ahora mismo los 300.000 euros y la próxima temporada militando en Tercera División, si no se produce algún descenso más añadido por las deudas, el presupuesto que se pueda confeccionar dará muy poco para poder ir enjugando la deuda del club.
Antes que nada, que quede bien claro que los más perjudicados de todo este lío que no son otros que los jugadores, cuerpo técnico y empleados del club, son los únicos que está fuera de toda sospecha de la deficiente gestión de la entidad, y que a pesar de las tres mensualidades que les adeudan están jornada tras jornada, siendo los únicos que dejan el nombre de la UD Alzira en el lugar que le corresponde.
Pero claro, todo esto está siendo emborronado de una manera burda y sin el menor sentido de la responsabilidad por los dos bandos en que se ha convertido ahora el club. Por una parte, unos directivos, aunque sé que siempre es injusto generalizar y hay algunos miembros de la directiva que no se merecen entrar en el mismo saco, que han consentido que los presupuestos cantados en la Asamblea General que se realizó a principios de temporada, ante los socios, hayan quedado en papel mojado sin dar ninguna explicación, además de incrementados de manera desproporcionada.
Por la otra parte, con los antifaces quitados la batalla ahora va a ser cruenta por tener el control de la UD Alzira. Javier Soriano ha dicho en repetidas ocasiones su intención de hacerse con el control del club blaugrana de la capital de la Ribera Alta, y así poder llevar a cabo su plan para la UD Alzira, al que asegura que hará de él un club grande en superiores categorías, ya que tras su nombre hay un grupo adinerado que quiere hacer un nuevo Villarreal CF en la Ribera.
Sus intenciones, que duda cabe, que son capazes de convencer a qualquier aficionado que quiera ver buen fútbol y poder tener una UD Alzira más grande y con mayor repercusión en el mundo del fútbol español. Pero claro. ¿Es cierto todo lo que asegura? Hasta la fecha, su aterrizaje en el club de Alzira no ha sido ningún revulsivo para el club. Su gestión tampoco ha sido nada brillante cuando se le dió el mando en plaza y trajo a los jugadores anunciados a bombo y plantillo y ninguno de ellos ha mejorado en nada a lo existente.
Su tacto y sentido de la gestión tampoco le avalan en las negociaciones que llevó a cabo con un patrocinador que estaba dispuesto a invertir una gran cantidad de dinero muy próxima al millón de euros en la UD Alzira, rompiendo en dos días una negociación que de haber sabido llevar a cabo, hubiera sido un espaldarazo definitivo para que la UD Alzira no estuviera ahora mismo en esta delicada situación.
Así pues las cosas, el día que se convoque la asamblea general extraordinaria, y los socios aprueben la celebración de elecciones a la presidencia del club, tendrán que saber y tener muy clara su postura a la hora de elegir una candidatura u otra. Aunque también cabe la opción de rechazarlas. Lo que si se debe hacer, es pedir explicaciones, a unos por no haberse ceñido a unos presupuestos que presentaron y los socios aprobaron dándoles su confianza. A Javier Soriano, por llegar con promesas económicas y deportivas que no ha cumplido, ni inyectando dinero en el club, ni pagando la prima que prometió a la plantilla por ganar al Orihuela de 10.000 euros.
Por lo que respecta al plano deportivo el equipo de Manolo Herrero tiene a las 5 de la tarde un complicado compromiso con el Alcoyano en el Luis Suñer Picó. La victoria es el único resultado que mantendría la llama de la esperanza en la permanencia. Por contra un resultado adverso implicaría un adiós virtual a la categoría.
Vicent Cucarella